Semana 17 de la VIII edición del concurso Relatos en cadena de @laventana y @deescritores. La frase de inicio era "No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde". Y en menos de cien palabras, ahí van mis cinco propuestas. (Espero que os gusten).
1-LUNES QUE SON SÁBADOS
No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde, pensé mientras caminaba apresurada, con la cámara en la mano y sin volver la vista atrás. El corazón me latía como un caballo desbocado. Me salió una carcajada al recordar la cara de desconfianza de mi marido cuando me aficioné al deporte, y más tarde, a ese cóctel diario de noticias, entrevistas y debates. Después de once años por fin hoy me había atrevido a esperarle en la puerta del trabajo. Tímidamente pero con decisión le pedí una fotografía. Y en ese “encantado” estaban todos los matices de su cálida y turbadora voz.
2-RÉGIMEN
No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde, me dije con una sonrisa de oreja a oreja. Había actuado sistemáticamente: primero, quemando las cartas de Julián y nuestras fotografías; después, borrando sus emails. Sólo con esos pequeños gestos ya me sentía más ligera. Mari, la peluquera, me había hecho un corte de pelo moderno y juvenil. Me había puesto mi vestido más sexy y ahora me iba a maquillar. Aún quedaban dos horas para encontrarnos pero estaba impaciente. Pronuncié su nombre en voz baja: Alberto. Sí, estaba enamorada de nuevo y muy contenta porque, por fin, ahora sí que iba a adelgazar.
3-DE PRÁCTICAS
No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde, se dijo con miedo. Hizo recuento: doce canicas, un cinturón con hebilla dorada, un carrito de bebé y diez euros en monedas. Seguro que el maestro se queda con la calderilla y me da lo demás, intentó tranquilizarse.
El chico caminó, taciturno, empujando el carrito. Se detuvo en la última vivienda de la calle empinada, empujó la verja y entró en la casa, que estaba en penumbra. En lo alto de la escalera se vislumbraba una luz. Y con un hilo de voz y la cabeza gacha, dijo:
-Ya he vuelto, amo. Te prometo que mañana traeré más.
4-UN CLÁSICO
No creo que
pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde: los griegos han dicho
que no y tú, por fin, me has dicho que sí.
5-CUATRO MINUTOS
“No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por
la tarde”, estoy segura de que diría mi amiga en el caso de que tuviera alguna.
No nos conocíamos pero nos citamos en un pub céntrico. Nos saludamos y nos
sentamos cada uno en un extremo del sofá. Charlamos un poco, nos miramos a los
ojos durante cuatro minutos, nos besamos. Pero él se levantó, una puerta se
cerró y afuera volvía a ser invierno.