lunes, 14 de diciembre de 2015

La sorprendente historia de dos viejos por fin realizados

Semana 11 del concurso "Relatos en cadena", organizado por @laventana y @deescritores. La frase de inicio era "Van a ir a comprarse un vestido nuevo y un helado". Y esta fue mi propuesta ( lo breve, si breve, dos veces breve).


Van a ir a comprarse un vestido nuevo y un helado. El helado es para ella. El vestido, para él.

sábado, 12 de diciembre de 2015

SÁBADO



En cuanto despierta sabe que no es un día como otro cualquiera. Primero, por la hora (se ha levantado un poquito más tarde); luego, por el vestido: hoy no es necesario ponerse ese feo uniforme del colegio como quien se pone un hábito. Su madre ha abierto las ventanas y anda con el plumero quitando todas las motas de polvo, reales o imaginarias, que encuentra en su camino. La niña sabe que esa luz de principio de invierno que se cuela por los ventanales será única y que tendrá que retenerla en su memoria para revivirla. El padre ha ido a almorzar al bar con los vecinos, esa costumbre tan nuestra que ese día especial también se prolonga un rato más. Madre o hija irán al mercado (no tienen más que cruzar la calle), un lugar que todavía tiene algún sentido. Probablemente, la madre cocinará macarrones o asará un pollo en el horno. Alguien compró el viernes una tableta de chocolate y ella y sus hermanas la devorarán en cuanto acaben de comer, sentadas frente al televisor viendo alguna película de Danny Kaye. Aún no tienen edad para salir a tomar café con sus amigas. O quizá sí. Pero no lo hacen. Hay una luz violeta que se cuela por la claraboya de la casa, una casa cerrada, construida con tan poca luz que ella ha ido avanzando a tientas hasta aquí, apenas iluminada por el recuerdo de aquel sábado de invierno.

martes, 8 de diciembre de 2015

Una de dos

 
Semana 10 del concurso "Relatos en cadena", organizado por @laventana y @deescritores. La frase de inicio era "Las besa con suma conciencia para no equivocarse". Y en menos de cien palabras... Ésta ha sido mi propuesta.
 
Las besa con suma conciencia para no equivocarse aunque ni siquiera el café doble que se acaba de tomar logra disipar en su cabeza la bruma de la noche. Olivia y Joan, Joan y Olivia. Últimamente, sus sueños eróticos son tan reales...