martes, 22 de septiembre de 2015

El cobarde temerario


Tercera semana de la IX edición del concurso "Relatos en cadena" de la SER, organizado por @laventana y @deescritores. La frase de inicio era "¡Cuánta fuerza y qué poca puntería". Y en menos de cien palabras...

El cobarde temerario 

¡Cuánta fuerza y qué poca puntería! La frase le martilleaba una y otra vez en la cabeza. Aquella voz punzante le taladraba el cráneo con la precisión de un cirujano y se abría paso entre las diversas capas del cerebro hasta quedar incrustada en su lóbulo frontal. Ella era la culpable de haberle inoculado ese veneno, palabra tras palabra, día tras día. Por eso no tuvo más remedio que llevarse a la niña. Veremos qué se le ocurre decir ahora cuando se entere de lo que ha hecho y compruebe lo equivocada que estaba.

Quien ríe el último...

“¡Cuánta fuerza y qué poca puntería!” es una de las típicas expresiones de mi mujer. Por la noche, en el sofá, exclama ¡quien mucho abarca, poco aprieta! y entonces sé que he cometido algún error y que hay que irse a dormir. Por la mañana no dice buenos días sino “más vale pájaro en mano que ciento volando” en un tono que me deja temblando toda la jornada. Créanme: hasta el hombre más bueno del mundo tiene un límite. Así que no quiero ni imaginar qué frases saldrán de su boca cuando sepa que me he largado y que además me he llevado a la niña.